América sobre 2 ruedas

Despues de haber llegado tan lejos y a las puertas de una prometedora ruta por la costa del Pacifico tengo que anunciar con mucha pena y frustracion que pongo final a mi proyecto  cicloviajero por America.   Parecia que habia superado los problemas fisicos que me tuvieron detenido en Kelowna. Es mas, desde la entrada a Estados Unidos, tenia los animos renovados por lo que se avecinaba.  Sin embargo, me he dado cuenta que estaba forzando el cuerpo,  pues no ha parado de darme señales  de su maltrecho estado.  Las molestias fisicas, sumadas a la preocupacion permanente por sufrir una  lesion de nuevo, me desaconsejan ponerme sobre la mula. Las emociones han sido fuertes, no es facil renunciar a algo tan enriquecedor,  paisajisticamente majestuoso, y quien sabe si unico. Quiza han sido las mismas emociones lo que me ha estado impulsando, con lo que no he tenido en cuenta los hechos y señales claras que me estaban avisando de que algo no funcionaba. Me ha faltado serenidad en much

Y nos dejaron entrar, a mi y a la mula. Y menos mal porque ya estaba comenzando hacer fresco por las latitudes canadienses.    Verdaderamente el tramite aduanero fue mas rapido de lo que esperaba, tanto que pensando estar entrevistado por un agente canadiense en mi embarque al ferry de Victoria a Port Angels, cuando en realidad se trataba del agente de aduana de los Estados Unidos.  Precisamente el mismo que tiene en sus manos el devenir de los turistas, como yo, que desean entrar en America.  No tenia nada que ocultar, y estaba esperando la consetudinaria inspeccion de mis alforjas. Pero no hubo tal. Por eso me sorprendio todo el tramite. Aunque lo que mas anhelaba era conocer el tiempo de estancia a concederme, ya que lo decide el agente de la aduana. A la pregunta de cuanto tiempo esperaba permanecer en USA le respondi que  3 meses. "Tanto?" fue su respuesta. Le mostre la mula para tratar de sacar alguna muestra de caridad. Y funciono. Me pego un papelito algo cutre e